Vosotros Sois Pueblo Adquerido Por Dios

Cuan maravilloso es, ser redimido por Jesucristo. Debemos exaltar a Dios por la maravillosa gracia que nos ha concedido al hacernos hijos Suyos. Pero será que realmente sabemos el significado de esta maravillosa gracia? Será que hemos conocido la verdad acerca de nuestra relación con Dios? Hay dos escrituras en particular que nos ayudan a entender la magnitud de nuestra posición en Cristo.

El primer fue escrito por el apóstol Pedro:

Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, ahora sois pueblo de Dios; en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, ahora habéis alcanzado misericordia. Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma. Mantened buena vuestra manera de vivir entre los gentiles, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
I Pedro 2:9-12 RV-95

¡Imagina! Dios nos ha escogido, ¡nos adquirió! Ahora, cada cristiano es un ¡sacerdote real! y pertenece a una ¡nación santa! Imagina lo que significa esto. Dios le escogió a usted, le ha puesto como sacerdote y le ha santificado. Santificado quiere decir «separado». Dios le ha separado del mundo y ahora quiere que usted sea una persona distinta a lo que era antes. La razón que nos ha llamado, que nos ha separado, es para que anunciemos las virtudes de Cristo, ¡El que nos ha llamado de las tinieblas del mundo a Su Luz admirable! Cada cristiano es llamado a este ministerio. Esto queda claro en Mateo 28:18-20. Sin Cristo no eramos nada (en otro tiempo no erais pueblo), pero en Cristo hemos sido escogidos para ser ¡pueblo de Dios! Nosotros que somos cristianos hemos recibido la misericordia de Dios. Por esto debemos mantener buena nuestra manera de vivir entre los gentiles. Somos distintos al mundo, pero debemos tener la misma actitud hacia al mundo que tenía Jesucristo. El no rechazó a los hombres porque eran pecadores, sino que les llamaba a una vida mejor, dedica a glorificar y agradar a Dios. Pero no se bajó al nivel de ellos.

Nosotros, como pueblo escogido de Dios, no tenemos porque rebajarnos al mismo nivel del mundo. Dios dice plenamente claro en Su Palabra que nosotros somos distintos al mundo.

Mira lo que dice el apóstol Pablo:

No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque
¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia?
¿Y qué comunión, la luz con las tinieblas?
¿Qué armonía puede haber entre Cristo y Belial?
¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?
Y vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
«Habitaré y andaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo».
Por lo cual, «Salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo impuro; y yo os recibiré y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso».

II Corintios 6:14-18 RV-95

Queda muy claro la posición de Dios ante la necesidad de mantenernos separados del mundo. ¿Y usted, joven? ¿Piensa que sabe más acerca de la vida que el apóstol? Considera con cuidado la tentación de tener noviazgos con personas que no han sido redimidos por la sangre de Cristo.

¿Para que sirve el noviazgo? Le propuse esta pregunta a un anciano en la iglesia. El me contestó, «Para conocer mejor la otra persona.» ¿Con qué fin? le pregunté. «Para saber si se debe casarse con esta persona o no.» me contestó. La Biblia no contempla la práctica del «noviazgo misionero» con el fin de convertir a la otra persona. Al contrario, la palabra nos dice: «Salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo impuro; y yo os recibiré y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso»

El evangelismo no se debe mesclar con el noviazgo. Cada una de estas actividades es especial y tiene su razón de ser. Pero el cristiano jamás debe contraer noviazgo con un no cristiano porque el cristiano es un sacerdote real, y no tiene nada en común con alguien que aún pertenece a las tinieblas. El próximo mes estaremos mirando más acerca del matrimonio así como lo enseña la Biblia.

 


por Pablo Moreland


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